domingo, 31 de enero de 2010

El porqué a Evo le gustó “Avatar”.


Esta mañana al fin pude cuadrar momento, obligaciones familiares y dinero para poder ir a ver “Avatar”, el nuevo fenómeno cinematográfico que se ha llevado el favor de gran público en las últimas semanas. La película es una obra más de las grandes productoras de Hollywood y su todopoderosa industria, pero a parte de eso creo que los que sepan leer más allá de las potentes imágenes digitales pueden obtener unas interesantes reflexiones sobre el modo de actuar del capitalismo contra los diferentes pueblos del planeta, aunque en este caso trasladados a otro planeta y a la fantasía de James Cameron.
Avatar narra la manera en que una poderosa empresa “multiplanetaria” encuentra un planeta llamado Pandora lleno de vida y con un subsuelo rico en un mineral por el que se pagan enormes sumas de dinero. La empresa ha instalado una mina a cielo abierto como base en el planeta con centenares de ex marines USA contratados como mercenarios para su defensa (curiosamente algunos de ellos fueron veteranos en Venezuela...un poco mosqueante ¿no?). El único problema de la empresa es que el planeta está habitado por tribus de humanoides llamados na`vi que son vistos como un molesto inconveniente para las actividades mineras. Un grupo de científicos y un ex marine parapléjico habitan también las instalaciones dedicados al estudio del planeta y de sus gentes mediante “avatares” creados por manipulación genética imitando perfectamente a los na´vi. La relación entre los científicos y los humanoides será tan estrecha que estos acabarán sumándose a su defensa frente a las agresiones de la empresa y sus mercenarios.
La película recoge algunas cosas de antecesoras a las que sigue y en parte rinde homenaje. No puedes dejar de recordar grandes películas como “Lawrence de Arabia” con su inglés enamorado de los beduinos, el fantástico Richard Harris de “Un hombre llamado caballo”, los misioneros guerreros de “La Misión”, el soldado desubicado de “Bailando con lobos”, el ingeniero yankee de “La selva esmeralda” o el científico aventurero interpretado por Sean Connery en “Los últimos días del edén”.
Desde luego que advierto que en este caso no vas a ver una película de Costa-Gavras o una versión actual de “Novecento” al menos en lo discursivo, sin embargo se dan pequeñas pinceladas de unos personajes que sin desarrollarlos demasiado (no es cine independiente) te puedes identificar con ellos y su lucha en defensa de la madre tierra. La verdad que tal vez sin pretenderlo James Cameron y su equipo nos regalan una película con un trasfondo de crítica a las multinacionales, defensa de los pueblos indígenas, ecologismo o antibelicismo con la que también el presidente de Bolivia, Evo Morales se sintió identificado.
La verdad que me sorprendieron las declaraciones de Evo, al fin y al cabo se trata de una superproducción yankee y a el no cabría encontrarlo en una lista de admiradores del imperio. Sin embargo hoy, al salir del cine, lo comprendí y me sentí reflejado en sus declaraciones. Avatar en su trasfondo narra la historia real de millones de personas que en estos momentos y en este planeta luchan contra grandes empresas y los gobiernos que las respaldan para salvar sus hogares. Si, por desgracia de eso Bolivia sabe mucho, no en balde siendo uno de los países que menos contamina con gases de efecto invernadero ha sido catalogado por organismos internacionales como uno de los más afectados por el cambio climático generado por los países del norte. Los habitantes de Bolivia, en su mayoría pueblos indígenas, han venido sufriendo la desaparición de sus glaciares, la quinta parte de los que había en zonas tropicales del planeta, han sufrido brutales sequías, el saqueo maderero en las zonas selváticas y la hasta hace poco la rapiña de sus riquezas minerales del subsuelo. En ese lugar el indio, el hijo de la Pachamama, era una molestia, un obstáculo que podía ser expulsado o directamente eliminado. Por suerte, al igual que en Avatar los indígenas han reaccionado y han recuperado el poder sobre su tierra colocando por primera vez en su historia reciente a un indígena en el palacio presidencial (aunque Evo resida habitualmente en un modesto piso).
Debemos agradecer a Cameron por haber convertido un alegato ecologista en la película más taquillera de la historia, probablemente haya hecho más labor pedagógica que miles de artículos en la prensa. Yo sinceramente disfruté de esta mañana en el cine e incluso sus actores virtuales me lograron sacar lágrimas y compartir emociones con los na´vi, al fin y al cabo con piel azul, roja, negra o canela todos sabemos bien como se las gastan los poderosos.
Esta semana tendremos nuestro modesto “Avatar” particular en forma de cortometraje llamado “El monstruo del sebadal” que se estrenará este miércoles, dedicada a criticar con fina ironía la destrucción de las praderas de sebas de Granadilla a manos de un puerto industrial más que cuestionado y cuestionable. Aunque no necesites llevar gafas especiales para verla y sea de muy escaso presupuesto merece la pena verla. Al final la fuerza de la imagen puede ser nuestro aliado más poderoso sea quien sea el que las haga.

Trailer de Avatar, para los que todavía no la conozcan.

Documental “Construyendo Dignidad” un impresionante testimonio de la lucha reciente de los indígenas bolivianos en defensa de sus derechos y de la gestación del proceso constituyente que por primera vez en 500 años les ha dado derechos a estos pueblos sobre sus tierras y su destino.

Trailer del Monstruo del Sebadal que se estrena este miércoles a las 20:00 horas en el Salón de Actos de Derecho de la Universidad de La Laguna (Campus de Guajara).

miércoles, 27 de enero de 2010

Bendita lejanía.


Menos mal que les quedamos lejos, a trasmano casi, cuantas gracias debemos de dar por estar a más de mil kilómetros del continente europeo, porque si no lo tengo claro, algún municipio canario se hubiese postulado para alojar el cementerio nuclear.
Si, parece una locura, pero debemos reconocer que nuestras autoridades locales parecen moverse con el lema rapero de “todo por la pasta” y en este caso parece que hay mucha. La verdad es que tengo escasa confianza en el grado de cordura de los trillizos que dominan la vida política de Canarias. Unos partidos que cuando algo se pone de moda se suman a ello con entusiasmo, da igual su sentido o interés, son cosas que hay que hacer y punto. Si se pone de moda el golf pues nada a hacer campos de golf donde sea, malpaís, zona de interés arqueológico, desierto...da igual. Cuando le toca a los puertos deportivos tres cuartos de lo mismo, parece que toda la población tiene su propio yate. Cuando de puertos industriales se trata se parten la cara, hasta modifican los catálogos de protección de las especies canarias si hace falta para construirlos. Con las nuevas pistas de aeropuerto las que quieras, aunque otros aeropuertos de mucho mayor tráfico en el mundo tengan incluso menos que los nuestros da igual, nosotros necesitamos más en nuestra interminable oda al cemento.
Lo dicho, menos mal que con los volcanes, el turismo y la lejanía ni se lo pueden plantear, que si no ya me imagino la de ruedas de prensa y llamamientos a la unidad popular a favor del cementerio nuclear que se hubiesen hecho. Si para colmo además hubiésemos tenido una candidatura en Tenerife y otra en Gran Canaria sería ya la bomba, me imagino los editoriales incendiarios llamando a la población a reclamar nuestra tajada de basura radioactiva.
Desde luego que cosas como estas son las que le convencen a uno, aún más, de la necesidad de apostar por modelos basados en las energías renovables, que en la mayoría de ocasiones, tras un largo servicio sólo dejan chatarra 100% reciclable. Podrán decir mil maravillas de la energía nuclear, sin embargo tienen el “pequeño” defecto de que el más mínimo error se paga durante milenios (si no que se lo pregunten a los ucranianos).
Definitivamente la energía nuclear, la gran apuesta de los gobiernos conservadores de medio planeta, es un brindis a una tecnología del siglo pasado que cada día está más desfasada. Tecnología especialmente cuestionable porque genera unos residuos extremadamente peligrosos para los seres vivos que tardan muchísimo tiempo en dejar de ser dañinos, residuos para los que ahora el gobierno español busca sepultura.
Por desgracia, al margen de la ironía, Canarias, usando la frase de moda, también ha cumplido con su cuota nuclear. En varias ocasiones se ha denunciado el paso por nuestras aguas de barcos cargados de residuos radioactivos de los países occidentales rumbo a lo desconocido contra los que como pueblo no hemos podido hacer nada a parte de mirarlos pasar con miedo. Al final queda claro que por desgracia las “brillantes ideas” de los defensores de la energía nuclear, de una manera u otra, las pagamos todos.

Les dejo con esta magnífica reflexión realizada por el científico divulgador Carl Sagan en uno de los mejores programas de la historia de la televisión llamado “Cosmos” donde nos alertaba del peligro nuclear que en ese momento y ahora sigue tan de actualidad.

viernes, 15 de enero de 2010

Sobre manifestaciones, banderines, mentiras y libertades.


El pasado jueves al poco de llegar del trabajo estaba escuchando Radio San Borondón, una de las emisoras que me gusta escuchar porque informa de luchas que de otra manera uno no podría conocer y seguir. Mientras preparaba el baño de mi hija empezó a retransmitirse la asamblea de la Plataforma contra el Plan General de Ordenación de Santa Cruz. Sinceramente me quedé sorprendido de las primeras intervenciones de dos de los más significativos portavoces de la plataforma que arremetían con enorme dureza contra Alternativa Sí se puede, organización en la que milito y que al igual que ellos ha participado en toda la lucha contra las propuestas urbanísticas de Zerolo y compañía.
El ataque contra mi organización lo justifican por haber llevado a la manifestación banderines con el lema “Sí se puede” acompañados de No al PGO y el nombre de distintos barrios de la capital. Al parecer los convocantes habían decidido que nadie podía llevar banderines de organizaciones (ojo, sólo banderines).
Sinceramente me sorprende (creo que es la primera vez que me pasa) eso de no poder llevar un signo externo a una manifestación cuando representa a una organización donde estamos muchos ciudadanos que vivimos en Santa Cruz y que ha luchado con igual fuerza y eficacia contra el PGO colaborando en todo momento con los vecinos y vecinas. Este empeño contra nuestros banderines me resulta inexplicable o al menos poco comprensible ya que no llegaban al centenar en una manifestación de miles de personas donde (como se puede comprobar en los distintos reportajes) también existían otras banderas igualmente vinculables a otros grupos u organizaciones sin que al parecer fueran tan “dañinas” o escociesen tanto.
Yo, tal vez por una visión romántica de la realidad, tengo la idea de que cuanta más gente y organizaciones acudan a una manifestación mejor, más aún cuando es una lucha que nosotros apoyamos públicamente y estimulamos en la medida de nuestras posibilidades.
Creo que algunos compañeros de la plataforma confunden apoliticismo (una palabreja que la verdad suelo cuestionar con frecuencia) con antipoliticismo donde toda organización política es mala de por si. Al final equiparan a las organizaciones de izquierda, que por si no lo saben somos gente que sacamos tiempo de nuestras vidas para destinarlo a los demás sin cobrar nada por ello, con esos aparatos de partido anquilosados con afiliados a sueldo. Parecen querer ignorar que igual de vecino es el que lleva banderín (sea cual sea) como el que no.
Me parece que por el hecho normal en cualquier marcha o manifestación de llevar banderines no se puede construir un discurso público (repetido por otra parte varias veces en los últimos días) donde se lanzan graves calumnias y acusaciones contra Sí se puede por llevarlos, por haber animado públicamente a participar en la manifestación, por grabar videos y por congratularse de la alta participación de la misma (nada dijeron de otras organizaciones que también convocaron y se congratularon, sin ir más lejos el mismo secretario local del PSOE sin que al parecer pase nada, a pesar de la ausencia de casi la mitad de sus concejales durante la votación del PGO).
Que Felipe Campos no simpatice con Sí se puede es una cosa, pero que diga en una asamblea pública que somos “submarinos del grupo de gobierno” o de “acoso a la Plataforma”, entre otras barbaridades, es bien distinto ya que a parte de ser una mentira colosal, que dice más bien poco de la calidad humana de quien las dice. Lo que al menos me ha quedado claro es que algunos muestran un odio visceral hacia una organización que en ningún momento se ha referido a su persona o a la Plataforma en forma negativa o peyorativa. Mala práctica es esta en que mientras se lamenta de los ataques que desde distintos medios locales ha recibido Felipe Campos este lance el mismo tipo de ataques infundados contra una organización que para colmo está situada en el mismo frente de lucha.
Me parece significativo que unos banderines de una organización que lleva años plantando cara al PGO, asesorando y trabajando con cientos de vecinos, presentando más de 1300 alegaciones a ese plan de diferentes barrios ahora se convierta en uno de los principales problemas para algunos de los portavoces de la Plataforma en la que por otra parte han participado y participan militantes y simpatizantes de SSP que en ningún momento han tenido que mostrar sus “carnets” (aunque en una rueda de prensa de hoy mismo al parecer nos acusa también de participar en las plataforma, el asunto es criticar).
Ese discurso de que las asambleas de ciudadanos “puros” vetada para los infectados por el “virus” político me parece perfecto, cada cual es libre de pensar lo que quiera, pero a parte de ser artificial nos puede llevar a situaciones un tanto disparatadas donde sólo los sindicalistas pueden ir a las manifestaciones obreras, los saharauis a apoyar a Aminatu o los estudiantes a las luchas universitarias. Esa sectorialización de la sociedad a parte de falsa es forzada y en los movimientos sociales al final tod@s somos de todo un poco. Me acuerdo en esta ocasión de las Asambleas Estudiantiles contra la LOU donde algunos atacaban al Sindicato de Estudiantes Canario por “politizar” la lucha estudiantil...curiosamente una de esas voces poco después sería una de las más jóvenes senadoras del PSOE.
Siempre hay mejores maneras y sitios para resolver los conflictos entre organizaciones que en público, ojala estemos a tiempo tod@s de reflexionar un poco más sobre las declaraciones que se hacen y hasta donde debemos o podemos llevar las críticas.
Sinceramente se me hace enormemente difícil creer que en una marcha de libertad, de lucha, de transformación al fin y al cabo se prohíba exhibir símbolos políticos (al menos nuestros lemas) ¿qué será para la próxima? ¿las pancartas?¿las camisetas?¿las consignas?¿las organizaciones?...

martes, 12 de enero de 2010

Santa Cruz, crece la marea contra el Plan General de Ordenación (PGO).


La mañana del sábado creo que ha sido todo un símbolo de movilización ciudadana en las calles de Santa Cruz de Tenerife, no se si histórica, pero si muy clarificadora.
No es fácil, nunca lo ha sido, que miles de personas dejen sus casas, abandonen sus pocas horas de ocio para protestar por algo que les parece injusto. Por desgracia nuestro pueblo marcado por un colonialismo brutal, secuestrador de voluntades, siempre ha sido bastante temeroso a demostrar públicamente su punto de vista sobre casi cualquier cosa y cuando lo ha hecho la reacción del poder suele ser salvaje y desproporcionada (quiero pensar que por la falta de costumbre).
En medio de la marcha pude charlar con un compañero agricultor del Tablero que me decía lo sorprendente que le parecía que desde algunos medios se hablara de que los que se manifestaban siempre eran los mismos, que había gente que no se perdía una manifestación sin embargo a el le parecía bueno que hubiese gente solidaria que se preocupa por los demás. Tiene toda la razón este compañero, estas personas son sin duda una muestra de que poco a poco vamos madurando como sociedad, que cada vez pasamos menos cosas a los poderosos, que somos capaces de ponernos al servicio de la colectividad de forma altruista aunque después nos crucifiquen.
Los partidos tradicionales y lo que la propaganda franquista llamaba “fuerzas vivas” no entienden que cada vez más gente proteste y exija, que aparezca activistas sociales bregando en mil luchas distintas pero sin descuidar casi ningún frente. Hoy mismo en una tertulia radiofónica uno de los interlocutores decía que le parecía algo “ajeno a nuestra forma de ser”. Creo que hay gente que todavía se ha quedado en esa época en la que el aparcero se quitaba el sombrero incluso cuando llamaba por teléfono al propietario de las tierras.
No me voy a meter en el baile de cifras típico, tengo claro que una marea humana recorrió las calles sólo para pedir justicia incluso menos aún, que se les escuche. Un elemento diferenciador de esta movilización es que ha logrado sacar de sus casas a mucha gente que se notaba que jamás se ha movilizado por nada similar. Hablando un poco con alguno de ellos te confesaban entre avergonzados y enrabietados que habían votado en las pasadas elecciones a CC o a PP.
Un amigo que también estuvo esa mañana por Santa Cruz me hacía la reflexión de que tal vez todas las prisas e irregularidades del PGO forman parte de una estrategia de Zerolo a sabiendas de su escaso futuro político, una especie de regalo envenenado de despedida para su sucesor (probablemente uno de los críticos con el alcalde). Por otra parte ha sido una buena forma de asegurase el amor eterno de poderosos empresarios que llegado el momento le puedan cubrir con sus “cálidas alas”. La verdad que es una idea que no parece del todo descabellada teniendo en cuenta las declaraciones del propio alcalde este fin de semana en que piropeaba a Ángel Llanos. Creo que Zerolo me recuerda cada vez más a un asteroide en mitad del espacio que traza un rumbo caprichoso dependiendo de las fuerzas gravitatorias que se encuentre en su camino, sólo que esta vez ha chocado de frente contra su antiguo electorado.
Sin duda es nerviosismo y miedo lo que destilan las distintas declaraciones de los miembros del poder político municipal y sus aliados. Saben que han dado un duro golpe contra la clase media que hasta ahora les ha dado la confianza, también sienten el aliento de la justicia en su cogotes por varias causas pendientes de culminar y tienen un alcalde que ha quedado una vez más social y legalmente cuestionado que no se sabe de que manera afrontará las elecciones de 2011 o en donde. Espero que para ese año los Zerolo, Llanos, Rivero, González, Cuende, Guimerá... pasen a ser un recuerdo del pasado para que al fin ciudadanos y ciudadanas entren a cambiar de verdad el Ayuntamiento, este sábado tuvimos unos cuantos miles de candidat@s para ello a nuestro alrededor.


jueves, 7 de enero de 2010

Afganistán y el Nobel de la Guerra.


Hay algo extraño e inquietante en el cuadro “saturno devorando a sus hijos” de Goya, es una visión horrible que se te graba en la mente, una imagen que no me deja de recordar la brutalidad del ser humano. Esa brutalidad ha sido palpable en estas últimas semanas mientras los poderosos decidían sus cuotas de responsabilidad en la destrucción del planeta con las bombas y la muerte haciendo acto de presencia día tras día en Afganistán dejando muertos y más muertos sobre un país que hace años que dejó de existir en la realidad.
Hace un tiempo en un documental español se podía ver imágenes de la antigua televisión afgana, en la época donde el gobierno socialista gobernaba la República Democrática de Afganistán con el apoyo de la Unión Soviética. La imagen de una chica joven de ese país con el pelo rojo que cantaba sin velo y vestida a la moda filo punky de mediados de los ochenta me llamó poderosamente la atención, como ha cambiado Afganistán, como ha cambiado el mundo.
El occidente capitalista convirtió la intervención soviética en defensa del gobierno socialista del país asiático en una cruzada por la libertad. Millones de dólares se destinaron a formar, entrenar, armar y fomentar a los “valientes” guerrilleros anticomunistas, esos chicos tan simpáticos con sus pintorescos turbantes y barbas descuidadas. No importaba nada, al fin y al cabo el imperio necesitaba devolverles la derrota de Vietnam a los soviéticos.
No creo que nadie se extrañe a estas alturas de saber que la CIA y otras agencias de inteligencia occidentales se encargaron de hacer el trabajo sucio a los “libertadores” afganos dotándolos de las mejores armas posibles y una potente difusión mediática. En esa época incluso Rambo en la “película más violenta de la historia” viaja a Afganistán para ayudar como decía al final del film a la “gallarda gente de Afganistán”.
Todo era maravilloso en esos días, daba igual que los alegres guerrilleros fueran fundamentalistas religiosos, al fin y al cabo, como decían los medios del imperio en esos años, rezaban al mismo dios. No importaba que los mujaidines tuviesen a sus mujeres envueltas en burkas y sin ningún derecho, ellos eran buenos mientras que el gobierno laico apoyado por la Unión Soviética que protagonizó la mayor modernización del país en siglos era el enemigo a batir.
Cuando llegó el 2001 y las Torres Gemelas caen parece que de repente de la noche a la mañana los alegres muchachos afganos ya no eran tan “gallardos” ni tan buenos para la causa. Los Estados Unidos se lanzaron contra Afganistán y se encontraron que las balas que mataban a sus “muchachos” habían salido de armas pagadas con fondos reservados de su propio país.
Afganistán vive entre la espada y la pared, entre el imperialismo salvaje vestido de ONG que quiere reconstruir escuelas y hospitales que previamente ha bombardeado y los talibanes que son igual de fanáticos que siempre.
Me pregunto como sería Afganistán hoy si a esos afganos comunistas se les hubiese dejado hacer su labor, me pregunto que diferente sería todo si en vez de gastarse el millón de euros que cuesta un sólo misil Tomahawk para lanzarlos contra la población civil los hubiesen destinado a cooperación al desarrollo.
Ahora Obama, el nuevo Bush, ordena el envío de decenas de miles de soldados más a Afganistán, la venta de aviones al famélico ejército de Karzai y además se permite señalar nuevos objetivos en el mapa de países enemigos de la paz imperial.
Para los que tengan todavía dudas no está en juego la seguridad mundial, ni tan siquiera se trata de una batalla en defensa de los derechos humanos, en un país donde al lado de las bases aliadas las mujeres siguen cubiertas por sus burkas. Esto tampoco tiene que ver con al democracia, eso les importa más bien poco, al final lo vital para el imperio es saber que en el subsuelo Afgano existen jugosas reservas de gas y petróleo que debe ser la excusa para mantener a toda una industria militar norteamericana como hipócritamente dijo Obama en su discurso al recibir el Nobel de la Paz “los instrumentos de la guerra tienen un rol a jugar en la preservación de la paz”.
En este mundo loco donde se premia al que ningún mérito ha hecho para ello algo que tengo claro es que en Afganistán Saturno trata de devorar a sus hijos.